El gordo Luis regaba el pasto
Paso por todas las habitaciones antes de salir de la casa. Cada unas de ellas le traía hermosos y en algunos casos horribles recuerdos del pasado. El silencio era duro, pero a la vez encantador, es que el siempre disfruto del silencio. Igual que yo, el silencio suele ser tan perfecto. Cuando llego al hall vio las fotos. Quien diría que no todas las historias terminan como en las películas. A pesar de todo no se le callo ni una lágrima. Era una persona demasiado fría como para mostrar sus sentimientos. Y menos en ese momento. Salio y dio una vista panorámica. El gordo Luis regaba el pasto, mientras sus hijos andaban en bicicleta. Una chica alta, pasaba corriendo con los auriculares. Un auto rojo seguido de uno gris pasaban a toda velocidad. Y la vecina hablaba con su marido de el accidente que había ocurrido 2 cuadras mas allá. Miro para adelante. El auto blanco estaba estacionado. Se subió y se quedo ahí por unos segundos. Hizo oídos sordos a todo lo de su alrededor. Puso las llaves pero no las giro. Respiro profundo. Y después de un minuto de pensamientos, quien sabe que pensamientos podrían pasar por una mente así, encendió el auto. Hizo varias cuadras hasta entrar en el parque. Tenia solo una idea en su cabeza. No podía pensar en otra cosa. Manejaba rápido. cuanto mas rápido pase mejor. Llego al puente del ferrocarril. y se bajo un poco antes. tardo en bajar del auto. Pensaba en arrepentirse. Pero el creía que ya era demasiado tarde. Abrió el baúl sigiloso. Tomo la soga. Debía hacerlo rápido. Antes que alguien lo vea. Ya tenia el nudo. La ato al puente. y se la coloco alrededor del cuello. Sudaba frió. Y temblaba mucho. Las cosas que se le pasaron por la cabeza en ese momento eran inexplicables. Dicen que cuando estas cerca de la muerte tu vida pasa en un segundo, es verdad. Pero su vida no era precisamente un consuelo, tanta soledad, depresión, golpes y abusos. Tantas cosas en la vida te hacen así de frió y duro. Ya nada parecía hacerlo sentir bien y lo único que podría darle una sonrisa seria un paso. Sin ninguna lágrima resbalando por su cara y sin pensarlo dio el paso. Dicen los que lo encontraron que en su rostro se podía distinguir una sonrisa, estilo, mona lisa.
Paso por todas las habitaciones antes de salir de la casa. Cada unas de ellas le traía hermosos y en algunos casos horribles recuerdos del pasado. El silencio era duro, pero a la vez encantador, es que el siempre disfruto del silencio. Igual que yo, el silencio suele ser tan perfecto. Cuando llego al hall vio las fotos. Quien diría que no todas las historias terminan como en las películas. A pesar de todo no se le callo ni una lágrima. Era una persona demasiado fría como para mostrar sus sentimientos. Y menos en ese momento. Salio y dio una vista panorámica. El gordo Luis regaba el pasto, mientras sus hijos andaban en bicicleta. Una chica alta, pasaba corriendo con los auriculares. Un auto rojo seguido de uno gris pasaban a toda velocidad. Y la vecina hablaba con su marido de el accidente que había ocurrido 2 cuadras mas allá. Miro para adelante. El auto blanco estaba estacionado. Se subió y se quedo ahí por unos segundos. Hizo oídos sordos a todo lo de su alrededor. Puso las llaves pero no las giro. Respiro profundo. Y después de un minuto de pensamientos, quien sabe que pensamientos podrían pasar por una mente así, encendió el auto. Hizo varias cuadras hasta entrar en el parque. Tenia solo una idea en su cabeza. No podía pensar en otra cosa. Manejaba rápido. cuanto mas rápido pase mejor. Llego al puente del ferrocarril. y se bajo un poco antes. tardo en bajar del auto. Pensaba en arrepentirse. Pero el creía que ya era demasiado tarde. Abrió el baúl sigiloso. Tomo la soga. Debía hacerlo rápido. Antes que alguien lo vea. Ya tenia el nudo. La ato al puente. y se la coloco alrededor del cuello. Sudaba frió. Y temblaba mucho. Las cosas que se le pasaron por la cabeza en ese momento eran inexplicables. Dicen que cuando estas cerca de la muerte tu vida pasa en un segundo, es verdad. Pero su vida no era precisamente un consuelo, tanta soledad, depresión, golpes y abusos. Tantas cosas en la vida te hacen así de frió y duro. Ya nada parecía hacerlo sentir bien y lo único que podría darle una sonrisa seria un paso. Sin ninguna lágrima resbalando por su cara y sin pensarlo dio el paso. Dicen los que lo encontraron que en su rostro se podía distinguir una sonrisa, estilo, mona lisa.
F.C.
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