ROSE
Soy un tipo callado. Escuche tanta música en mi vida que hacia tiempo que no escuchaba el silencio. Por una vez, estaba solo en casa, cerré las persianas, las puertas, apague los televisores, las radios, los equipos. Todavía escuchaba ruidos… los tubos florecentes hacían un zumbido, irritante para mis oídos, apague las luces. El silencio era absoluto. Estaba parado en el medio de la habitación. Al principio bastante relajado. Hasta que mis oídos se agudizaron. Empecé a escuchar cosas inimaginables. Al principio no les hice caso. Hasta que sentí que algo me rozo, algo suave como seda. Ya los ruidos no parecían mi imaginación. Corrí desesperado a prender la luz. No vi nada. No había nada.
Al día siguiente. La misma hora, me dispuse a hacer lo mismo. Los ruidos y los roces fueron mucho más reales. Pero cuando prendía la luz, parecía como si me estuviera… despertando de un sueño.
Se volvió mi obsesión buscando que esos ruidos y roces fueran reales cuando yo prendiera la luz. Una vez me quede parado cerca de la luz esperando el momento justo de ese roce aterciopelado. Prendí la luz. Titilaron un par de veces pero no vi nada. Lo único que tenia en mente era desenmascarar al visitante oculto.
Hoy… se dio a conocer… Espere el mismo momento solo para sentir el calor de ese roce. Sentí como rozaba mi brazo con tanta suavidad. Prendí las luces… confuso, teniendo un leve presentí miento de quien podía ser. Al acercarme a la chimenea para mantener ese dulce calor que disminuía… la vi. En la foto con su vestido de seda blanco. Rozándome la mano… Ella no quiere que me olvide. Yo estoy obsesionado.
F.C.
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